La reforma laboral de 2025 establece nuevas normas y leyes que reconocen oficialmente diversas formas de trabajo remoto en Colombia. Estas disposiciones brindan un marco legal claro para empresas y colaboradores, adaptado a la realidad del teletrabajo y sus retos operativos.
La Ley 2466 de 2025 reconoce cinco tipos de trabajo remoto:
Cada una tiene criterios, tiempos y condiciones de vinculación distintas, lo que obliga a las empresas a contar con soluciones flexibles que se adapten a distintos entornos laborales.
Según el Ministerio de Trabajo, el empleador debe llevar un control efectivo de las horas trabajadas. Esto incluye marcar el inicio, fin y descansos de la jornada, sin importar si se trata de trabajo remoto, híbrido o desde el extranjero.
Además, la ley exige respetar el derecho a la desconexión laboral y evitar comunicaciones fuera del horario pactado. El incumplimiento de estas medidas puede acarrear sanciones administrativas y afectar la reputación de la empresa.
La normativa también incluye beneficios:
Estos incentivos buscan promover la equidad y cerrar brechas digitales, pero también aumentan la carga operativa sobre las áreas de recursos humanos si no se cuenta con herramientas tecnológicas adecuadas. normas y leyes (CO)
Uno de los principales desafíos en modelos híbridos es que los métodos manuales o no integrados no ofrecen trazabilidad real del tiempo trabajado. Cuando un empleado marca entrada desde su casa con una herramienta y en la oficina con otra, se pierde coherencia en el control.
Esta falta de estandarización incrementa el riesgo de errores, pérdidas de datos y duplicación de esfuerzos en nómina o auditoría, además de generar inseguridad jurídica ante una posible inspección laboral.
Los colaboradores pueden conectarse desde diferentes dispositivos o ubicaciones, y si no hay un sistema unificado, los datos se dispersan.
Esto complica la generación de reportes, el análisis de productividad o el cumplimiento de los turnos pactados. La fragmentación impide llevar un control efectivo y expone a la empresa a sanciones si no puede demostrar el cumplimiento horario exigido por la ley.
Con herramientas como GeoVictoria, los trabajadores pueden marcar desde el celular, con validación de identidad y geolocalización.
Esta opción es especialmente útil para cargos que no tienen puesto fijo, como personal de ventas, técnicos, supervisores o consultores. Así, la empresa mantiene el control sin limitar la movilidad del colaborador.
Para oficinas, puntos de atención o sedes con alta rotación, los equipos biométricos en arriendo permiten llevar un control presencial sin hacer grandes inversiones.
La empresa puede contar con dispositivos confiables que se conectan al sistema central, sin preocuparse por mantenimiento, compra o instalación permanente.
Lo más importante: todas las marcaciones desde el celular, navegador, código QR o equipo biométrico se consolidan en una sola plataforma.
Esto permite auditar jornadas, generar reportes legales, monitorear turnos híbridos y cumplir la ley con total trazabilidad, sin importar desde dónde trabaje cada persona.
La implementación de la Ley 2466 de 2025 marca un antes y un después en la gestión del trabajo remoto e híbrido en Colombia. Ya no basta con permitir que las personas trabajen desde casa o en esquemas flexibles: ahora se requiere demostrar que se respetan los horarios, los descansos y el derecho a la desconexión, sin importar desde dónde se realice la labor.
Este nuevo panorama plantea retos reales para las empresas: unificar registros, mantener trazabilidad, cumplir con subsidios, priorizaciones y auditorías. Y hacerlo sin afectar la operación ni sobrecargar a los equipos de recursos humanos o tecnología.
En este contexto, contar con una solución tecnológica confiable no es solo una ventaja competitiva, sino una herramienta para cumplir la ley de forma práctica y eficiente. Plataformas como GeoVictoria, que integran diferentes métodos de marcación (app móvil, biometría, navegador, QR) en un solo sistema, permiten mantener el control sin importar la modalidad de trabajo ni el tamaño de la organización.
Se trata de tener un aliado estratégico que acompañe la transición hacia modelos laborales más flexibles, seguros y alineados con la nueva legislación. Porque el futuro del trabajo no solo exige adaptarse, sino también hacerlo bien.